Altibajos
A ratos
fúrica
al releer nuestra historia
y ver lo que quise ignorar:
las migajas,
la tibieza,
disfrazadas de calidez
disque nueva y disidente.
A ratos
decaída
por saberme vencida
por ti y por mí misma
sin futuro,
sin el cuento
que levanté con deseos
y apegos involuntarios.
A veces
culpable
por no poder retirarte
ni con ayuda de una pala
de sueños
o llantos
aunque ya esté construyendo
mi casa con mejores cimientos.
También
apenada
por todavía (algo) extrañarte
porque te quise y me quisiste
o eso creo,
quiero creer,
aunque por sombras y traumas
ni ayer ni nunca me lo dijiste.
Comentarios
Publicar un comentario