Disidente
Duele saber que no soy tan disidente , y que me pesa día a día luchar, evitar comerme a la muerte, dejar el consumo desmedido, llorar en pleno horario de trabajo de un sitio autogestivo, huir de las garras del idealismo, de toda norma y de los moldes, amar reventando la amargura y los celos y la envidia, sentir sin rituales, nombres y ceremonias creados por mis progenitores, hablar con el tono de calle y callejones no el de las aulas y los textos, oír lo creado a mano o por tu boca, y no por una industria, andar descalza o con tacones pero a mi propio paso. Sigo convertida en la obediente la sonriente y que se cuadra que da su cuerpo, su ser y alma a otros que no puede, o quiere, escapar. Este poema se publicó en la antología de poesía no romántica, Visceral imagen , de ediciones Converso.