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LA PUBLICACIÓN DE UN LIBRO, SUS CRITERIOS Y DIFICULTADES
Imaginemos que queremos hacer algo innovador, que dé oportunidades a la reflexión, a la divulgación de conocimiento y que sea un
reflejo de la identidad nacional. Hablemos entonces de la creación de una
empresa editorial nacional y de la publicación de libros.
El proceso no es
sencillo, requiere de una serie de procedimientos que va más allá del
conocimiento de libros, se trata también del conocimiento de cómo realizarlos y de esta forma entender cómo se han creado los productos impresos, cultura y el desarrollo de ésta en la actualidad.
Imágen: Jorge Atarama. Blogspot.
Para ello hay una serie de lineamientos, ciertos elementos y
una obtención de recursos. Según el autor Datus C. Smith en su libro Guía para la publicación de libros, el
conocimiento de una editorial nos ayudará a comprender mejor la importancia que
éstas tienen en el desarrollo social político cultural y educativo de los
países.
Empecemos por explicar a los actores que ayudan a que una
empresa editorial salga adelante: el propio autor de la obra, el impresor, el
vendedor y, por supuesto, el editor. Ellos, si trabajan en conjunto, serán
aquéllos innovadores que aseguren la eficiencia de la industria para el
beneficio de la misma y del país en general.
El autor es el creador de ideas. El propietario de la obra
sobre la que se va a trabajar y a la que
se debe proteger con una serie de reglamentaciones: los derechos de autor. Sin
él el trabajo editorial no se llevaría a cabo, ya que es el que brinda su
creación para distribuirlo al público de la manera más adecuada.
Para ello tendrá que trabajar de la mano con el editor: la
parte central del proceso. No sólo es quien recibe el manuscrito sino que
aporta capital para su modificación y supervisa que todo el desarrollo se lleve
de la mejor manera, no sólo hasta que se diseñe, sino hasta el momento de su
impresión y distribución.
¿Podría lograrlo sin un fabricante o sin la materia prima
para hacer la publicación? No sería posible. Por esto es necesario el trabajo
del impresor: aquél que cuida aspectos como el tipo de papel, la calidad y la
entrega de pruebas del producto editorial. Finalmente, dentro de este equipo,
se encuentre el vendedor. El encargado de promocionar y distribuir el libro en
los lugares adecuados y de la mejor manera.
Imagen: jcvalda.wordpress.com
Sin embargo, como en cualquier proceso de creación y como
todo trabajo en equipo, Cada uno de ellos debe tener en cuenta las dificultades:
si los costos se podrán recuperar, la maquinaría que se tiene disponible los
permisos de importación para la distribución a gran escala, los reglamentos y
las redes que ayudaran a difundirlo.
En cada país el proceso se lleva a cabo de diversas maneras.
Se debe tomar en cuenta las condiciones sociales, y culturales de cada región,
qué ejemplares son útiles y cuáles de interés, cuáles han sido las innovaciones
tecnológicas (audio libros, programación, ventas por internet) y qué elementos
están dentro de lo posible para lograr el objetivo. Es decir, se debe reconocer lo que ya existe.
La publicación de libros va más allá de tener una idea. Es
trabajar en diferentes áreas para conseguir un triunfo incierto. Por ello, el
desglose que realiza este libro sobre las actividades y funciones que realiza
cada figura de una industria editorial es apenas un esbozo que ayuda a entender
los criterios principales de las empresas en este rubro. ¿Complicado? Como todo
proceso, lo es. Pero sus beneficios, si se logra de manera eficiente, van más
allá de la satisfacción de la editorial.
Fuente bibliográfica:
C. Smith, Datus. Guía para la Publicación de libros. Universidad de Guadalajara. México. 1991.


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